Hoy, resulta que ya no hay un mundo de colores.
Aunque podemos aún imaginarlo como antes, la incertidumbre se hace como un bosque seco al que miramos desde abajo.
Juraría que hace unos meses era feliz, caminaba erguida y daba pasos firmes. Me sentía segura y observadora ante la vida, disfrutando de las risas y las prisas de la gente. Veía un camino limpio y un cielo azul brillante, pero hoy, siento tristeza al escuchar cada vez más como se apagan los aplausos, hasta que se desvanezcan y caigan en el olvido. Siento miedo en cada paso al ver las calles desiertas, algunos van de repente, otros vienen, pero nadie libre.
Ocultamos las caras y la sonrisa solo se presiente en la mirada, nadie abraza.
El mundo es como un valle de espinas, donde pocos se atreven a pisar, pero algunos olvidan los daños y se divierten debajo de ellas.
Hay tanto barullo fuera, hay pensamientos que se oyen como gritos, tanta lucha y que nadie sabe que atraerá.
Pena, de cómo en un segundo nos cambió la vida a ricos y pobres, mayores y niños, a tantos que se les apagó la vida y otros deseando levantar como si no hubiera un mañana, armándose de valor ante algo que no podemos ver pero, da miedo, se hacen valientes y sin armas, luchan y tantas veces ganan!
Yo aquí ando, estoy bien, mirando el mundo al revés e intentando luchar conmigo misma para vencer.
Sé que un día cuando despertemos, habrá un mundo distinto al que ahora nos persigue, pero ahora todo se replantea y se continúa como mejor se pueda, y no, no es claro el cielo aún, tardará mucho tiempo en pintarse y mientras, tendremos que adornarlo a nuestro estilo para no caer.
Bendito futuro, si hay algo que quiero es que tengamos nuestros pies firmes sobre un suelo limpio, que el camino hacia tí nos sea bonito y sin miedos, con frutos y que veamos nuestra plantación florecer! No quiero trampas, no entiendo de ellas, pero se esquivarlas, así que no me vas a detener.
Hoy el mundo es distinto, los profesionales no son valorados, y eso duele pues como siempre los malos los hacen perder.
Quien quiera puede, porque somos fuertes y la mente a veces traiciona y yo aún, veo coraje en la mirada de tanta gente que me da fuerzas para agarrar la vida ésta de ahora y ponerla bien .
De pequeña me enseñaron que lo plantado había que regarlo a diario, avanzar por otras zonas y continuar preparando la tierra para un mañana. Esa es la actitud más hermosa de la que he podido aprender. Así que pensemos, que el tiempo está a favor, amemos lo que tenemos y construyamos el mundo ideal todos juntos, que hoy podemos ya mañana, no sé.
Permitamos que los niños pinten paredes y se oiga de ellos la música perfecta en las casas y mañana en las aulas, el arte debe reinar en sus vidas, que no les quiten el pan gratis que le da la naturaleza, enseñémosles el camino con arte, la medicina, el arcoiris.
A nuestros mayores la risa continua por tanto vivido, las ganancias obtenidas y bien merecidas, mostrémosles al mundo que nosotros somos los que necesitamos ahora luchar y no ellos.
Hagamos sonar nuestra voz y nuestros pasos, enseñemos lo aprendido hoy más que ayer!
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